domingo, 15 de marzo de 2015

Identifican el punto débil del cerebro para el Alzheimer y la esquizofrenia

Investigadores del Medical Research Council de Reino Unido (MRC, en sus siglas en inglés) han descubierto que el cerebro tiene un punto débil para la enfermedad de Alzheimer y la esquizofrenia que favorece la aparición de ambas patologías, lo que al mismo tiempo también puede servir para detectarlas precozmente. El área del cerebro implicada se desarrolla al final de la adolescencia y comienza a deteriorarse precozmente durante el envejecimiento, según reconocen los autores del hallazgo que publica en su último número la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS). Los investigadores, liderados por Gwenaëlle Douaud, de la Universidad de Oxford, llevaron a cabo un estudio con 484 voluntarios sanos de 8 a 85 a quienes sometieron a una resonancia magnética para ver cómo el cerebro va cambiando de forma natural con la edad. De este modo, las imágenes revelaron que las partes del cerebro que fueron las últimas en desarrollarse también fueron las primeras en mostrar signos de deterioro relacionados con la edad, y que esta red de células nerviosas o materia gris eran las encargadas de coordinar la información “de orden superior” procedente de los diferentes sentidos, como la vista y el oído. Lo llamativo fue que, cuando los investigadores analizaron estos resultados con los de pacientes con Alzheimer y esquizofrenia, encontraron que las mismas regiones del cerebro estaban afectadas, lo que sugiere también que ambas enfermedades están relacionadas, como ya habían apuntado estudios previos. De hecho, ha explicado Hugh Perry, uno de los autores del trabajo, al principio la esquizofrenia se conocía como “demencia precoz” pero hasta ahora no había evidencias claras de que las mismas partes del cerebro pudieran estar asociadas con estas dos enfermedades diferentes. “Este estudio a gran escala y detallado proporciona un importante y hasta ahora desconocido vínculo entre el desarrollo, el envejecimiento y los procesos de enfermedad en el cerebro”, ha relatado a la BBC, en declaraciones recogidas por Europa Press. Además, este experto reconoce que el hallazgo plantea cuestiones importantes sobre los posibles factores genéticos y ambientales que pueden condicionar su aparición. Fuente: Europa Press

martes, 7 de mayo de 2013

El temor psicológico a tropezar de las personas mayores favorece el riesgo real de caídas.


Resumen

El temor a caerse es un sentimiento común entre las personas mayores, pues buena parte de los que han cumplido los 65 años lo tiene. Pero, además, este miedo es un factor que contribuye realmente a que se produzca esta clase de incidentes. Esta idea ha puesto de manifiesto un nuevo estudio publicado en “British Medical Journal” y llevado a cabo por grupo de investigadores belgas y australianos.

Stephen Lord, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia), y autor principal del ensayo, ha indicado que, efectivamente, "el temor a caerse en las personas de edad avanzada ha sido reconocido como un factor psicológico importante asociado a los desvanecimientos. Se han llevado a cabo muchas investigaciones para determinar cómo dicho miedo puede desempeñar un papel en la transición a la fragilidad física y la incidencia de caídas... Tanto los tropezones como el temor a sufrirlos reducen sustancialmente la calidad de vida y la independencia de estas personas, además de contribuir a su ingreso en residencias... Sin embargo, la naturaleza compleja de los factores de riesgo psicológicos en las caídas y la limitada información de antecedentes de este fenómeno obstaculizan su inclusión en programas de prevención".

En esta investigación participó un total de 500 personas de entre 70 y 90 años. Los participantes fueron sometidos a una amplia evaluación médica y neuropsicológica y, además, se les realzó un seguimiento de un año. Se separaron dos grupos, en función de si los participantes tenían un bajo o un alto riesgo fisiológico de sufrir caídas. Del mismo modo, "y tras esta primera división, realizamos subgrupos en función de su temor (alto o bajo) a tropezarse", agregan los autores.

Según se ha podido deducir de los resultados del estudio, una tercera parte de la población analizada bien subestima o sobreestima su riesgo de caerse. Por otra parte, según los autores, "el 10% mostró excesivos niveles de percepción de riesgo de desmoronarse y fueron clasificados como ansiosos. A pesar de contar con un bajo riesgo fisiológico, el 40% de los que experimentaron ansiedad por desvanecerse experimentó múltiples y perjudiciales caídas a lo largo de los 12 meses de investigación".

Así, los autores concluyen que aquellas personas con más inseguridad, son más susceptibles de caerse en el futuro, independientemente del riesgo físico real de sufrir este incidente. Según ellos, "la disparidad entre lo que perciben estos mayores y el peligro real contribuye aumentar sus posibilidades de tropiezos a través de mecanismos psicológicos". Por ello, creen muy necesario que tanto el riesgo fisiológico como el percibido por los adultos se incluyan en las evaluaciones médicas destinadas a conocer las posibilidades que tiene una persona mayor de desmoronarse para así "poder realizar intervenciones específicas de prevención".

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martes, 8 de mayo de 2012

TERAPIA DE REVISIÓN DE VIDA MEDIANTE LA RECUPERACIÓN DE RECUERDOS AUTOBIOGRÁFICOS

El objetivo de este experimento era examinar la eficacia de la revisión de vida basada en la práctica del recuerdo autobiográfico para el tratamiento de la depresión en adultos mayores. Treinta y siete adultos mayores con depresión clínica de edad comprendida entre 64-83, quienes también estaban recibiendo tratamiento farmacológico, fueron aleatoriamente asignados a terapia de revisión de vida o a una condición placebo de terapia de apoyo. Los resultados indican una disminución de la depresión en ambas condiciones, sin diferencias significativas entre las dos terapias. Aparecen indicadores de un mayor aumento en la producción de recuerdos específicos de aquellos que realizaron la terapia de revisión de vida. Los pacientes que muestran un mayor número de recuerdos específicos disminuyen más las puntuaciones en depresión. 20/mar/2012 Psicothema. 2012;24(2):224-229.

jueves, 19 de abril de 2012

EL BILINGÜISMO PODRÍA PROTEGER FRENTE A LAS DEMENCIAS

Una nueva investigación, llevada a cabo en la Universidad de York (Canadá) y publicada en ‘Trends in Cognitive Sciences’, explica cómo el hecho de hablar más de un idioma se puede traducir en una mejor salud mental. El estudio examina cómo el ser bilingüe puede ofrecer protección contra los síntomas de la demencia y, además, sugiere que la creciente diversidad en las poblaciones del mundo puede tener un impacto positivo, e inesperado, en la capacidad de recuperación del cerebro adulto.

“Estudios anteriores han establecido que el bilingüismo tiene un efecto beneficioso en el desarrollo cognitivo de los niños”, explica la autora principal del estudio, la doctora Ellen Bialystok, del Departamento de Psicología de la de la Universidad de York, quien añade que, “en este estudio, revisamos los informes recientes, que utilizan tanto métodos conductuales, como de neuroimagen, para examinar los efectos del bilingüismo sobre la cognición en adultos”.

«El bilingüismo tiene un efecto un tanto débil entre los adultos pero un papel mayor en la vejez, protegiendo contra el deterioro cognitivo, un concepto conocido como reserva cognitiva», afirman los autores del estudio. La doctora Bialystok y sus colaboradores afirman que el uso de las redes de control cognitivo para el procesamiento del lenguaje bilingüe, pueden reconfigurarlas y fortalecerlas, mejorando así la ‘flexibilidad mental’, la capacidad de adaptarse a los cambios, y ayudando a procesar la información de manera eficiente.

Los estudios también sugieren que el bilingüismo mejora la ‘reserva cognitiva’ -el efecto protector que tiene la estimulación de la actividad mental y física sobre el funcionamiento cognitivo en el envejecimiento saludable.

Esta reserva cognitiva puede retrasar la aparición de los síntomas en las personas que sufren de demencia, ya que las personas bilingües experimentan los síntomas de aparición de demencia años más tarde que los monolingües.

“Nuestra conclusión es que el bilingüismo reorganiza ciertas redes específicas del cerebro, creando una base más eficaz para el control ejecutivo, y el mantenimiento de un mejor desempeño cognitivo durante toda la vida” añade Bialystok.

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miércoles, 11 de abril de 2012

Día mundial del Parkinson: La terapia personalizada podría ser el futuro del tratamiento contra el Parkinson.

La terapia personalizada podría ser el futuro del tratamiento contra el Parkinson, una enfermedad que aún hoy se diagnostica tarde, que cuenta con escasas opciones terapéuticas y cuya prevalencia está creciendo en todo el mundo. Así lo ha explicado la investigadora del CSIC y colaboradora de la Michael J. Fox Foundation for Parkinson's Research Sabine Navarro Hilfiker, de cara al Día Mundial del Parkinson, a celebrar el miércoles 11 de abril.

Según esta experta, que trabaja desde el Instituto López Neira de Granada, los científicos estudian están logrando avances sobre Parkinson "en muchos campos importantes", entre ellos la fisioterapia, la terapia genética o las neuroprótesis.

De estos trabajos han surgido compuestos capaces de frenar los síntomas en animales, pero también en pacientes. Es el caso de la terapia genética, con la que se ha logrado reemplazar en cerebros humanos las células dopaminérgicas que se pierden con la aparición de esta enfermedad.

Sin embargo, los estudios con esta técnica "costosa e invasiva" son "demasiado pequeños" y sus resultados "poco concluyentes" ya que, mientras unos pacientes mejoraban, otros llegaban incluso a empeorar su situación. A su juicio, dado que a cada paciente parece funcionarle una aproximación diferente, "se podría pensar que el futuro del tratamiento del Parkinson podría estar en la terapia personalizada".

En estos momentos, Navarro trabaja en la línea de investigación donde está invirtiendo más esfuerzos la Michael J. Fox Foundation for Parkinson's Research, en consorcio mundial de científicos más potente en Parkinson. Según explica, quieren entender cómo funciona el factor genético más importante en esta enfermedad.

"Se sabe que el componente genético más importante en Parkinson es un gen que codifica una proteína kinasa, un tipo de enzima que podría inhibirse muy bien con fármacos que ya existen. Intentamos entender cómo funciona esta proteína y buscar inhibidores específicos que logren parar la enfermedad", expone.

Para la científico, la prevalencia del Parkinson, conocida hasta ahora como la segunda enfermedad neurodegenerativa más común, está aumentando "de forma alarmante" no sólo en España --donde ya afecta a 200.000 pacientes-- sino en todo el mundo. Una de las causas podría ser el envejecimiento poblacional. Sin embargo, habría diversos factores externos desconocidos culpables también de la situación.

"Existe un componente genético que aumenta el riesgo de padecer la enfermedad y que tiene una gran importancia. Estos pacientes de riesgo pueden desarrollar Parkinson en contacto con estos factores ambientales desconocidos, entre los que podría estar, aunque no se ha demostrado, el estrés oxidativo", apunta.

Investigadores de todo el mundo trabajan para descubrir cuáles son estos factores y también en la búsqueda de biomarcadores predictivos en sangre para detectar esta enfermedad antes de que aparezcan los característicos síntomas motores, momento en el que habrían muerto ya entre el 80 y el 90 por ciento de las células dopaminérgicas en el cerebro del paciente. Por el momento no hay avances.

Dice que los síntomas no motores del Parkinson, entre ellos problemas como la depresión, la ansiedad, los cambios de personalidad o la pérdida de la capacidad olfativa, "no dan pistas sobre su presencia", al ser inespecíficos.

Detectar la patología antes de que comiencen los síntomas motores daría a los médicos una ventaja de entre 10 y 15 años para tratar al paciente, que en estos momentos cuenta tan sólo con la dopamina como opción terapéutica --en función de la edad en el momento del diagnóstico-- o con la estimulación cerebral, que no tiene mal pronóstico pero peligrosa, porque puede dañar otras regiones del cerebro.

FUENTE: 11/abr/2012 Europa Press. 2012 Abr

viernes, 23 de marzo de 2012

COLESTEROL ALTO RELACIONADO CON EL ALZHEIMER

El colesterol alto puede motivar el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
En el Alzheimer, se sospecha que juega un papel determinante en la aparición de la enfermedad neurodegenerativa el colesterol. Y esta sospecha la acaba de confirmar un nuevo estudio que publica la revista Neurology.

El trabajo asegura que las personas con colesterol alto pueden tener un riesgo mayor de desarrollar enfermedad de Alzheimer. «Hemos encontrado que los niveles elevados de colesterol se relacionaron con la presencia de placas cerebrales asociadas con la enfermedad de Alzheimer», señala el autor del estudio, Kensuke Sasaki, de la Universidad de Kyushu en Fukuoka (Japón).

Para el estudio, se valoraron los niveles de colesterol de 2.587 personas de 40 y 79 años que no tenían signos de la enfermedad de Alzheimer. A continuación se examinaron las autopsias de147 personas que habían fallecido después de un largo período de observación (10 a 15 años). De ellos, 50 personas (34%), habían sido diagnosticadas de demencia antes de morir.

Las autopsias analizaron la presencia de las placas en el cerebro de acúmulos de la proteína amiloide o la presencia de una acumulación de una proteína diferente, tau, que se produce dentro de las células nerviosas.

Las personas con niveles altos de colesterol (más de 5,8 mmol / L), tenían más placas cerebrales en comparación con aquellos con los niveles de colesterol normales o bajos. Un total de 86% de las personas con colesterol alto tenían placas cerebrales, cifra que era sólo del 62% en las personas con bajos niveles de colesterol.

El estudio, dice Sasaki, muestra que los niveles altos de colesterol pueden contribuir directa o indirectamente a las placas en el cerebro, dijo Sasaki, «pero los fracasos en los ensayos con medicamentos reductores del colesterol en la enfermedad de Alzheimer significa que no hay una relación simple entre la reducción del colesterol y la prevención de la enfermedad de Alzheimer».

Fuente y texto completo en neurology.org: 16/sep/2011 Neurology. 2011 Sep;77(11):1068-1075 .

jueves, 23 de febrero de 2012

Impacto del tabaquismo sobre el deterioro cognitivo en la vejez temprana. El Estudio de Cohorte Whitehall II.

El tabaquismo es un posible factor de riesgo para la demencia, aunque su impacto puede haber sido subestimado en las poblaciones de edad avanzada debido a la vida más corta de los fumadores.

Objetivo. Examinar la asociación entre los antecedentes de tabaquismo y el deterioro cognitivo en la transición de la edad madura hasta la vejez.

Diseño. Estudio de cohorte.

Escenario. El estudio Whitehall II. La primera evaluación cognitiva se realizó en 1997 a 1999, se repitió en 2002 a 2004 y 2007 a 2009.

Participantes. Los datos son de 5099 hombres y 2137 mujeres en el estudio Whitehall II, edad media 56 años (rango, 44-69 años) en la primera evaluación cognitiva.

Principales medidas de resultado. La batería de pruebas cognitivas se compuso de pruebas de memoria, vocabulario, función ejecutiva (compuesto de una prueba de razonamiento y 2 pruebas de fluidez), y una puntuación cognitiva global que resume el desempeño en todas las 5 pruebas. El consumo de tabaco se realizó en el período de estudio. Modelos lineales mixtos se utilizaron para evaluar la asociación entre antecedentes de tabaquismo y el deterioro cognitivo de 10 años, expresado en puntuaciones z.

Resultados. En los hombres, 10 años de declive cognitivo en todas las pruebas excepto en el vocabulario entre los no fumadores osciló entre un cuarto y un tercio de la desviación estándar de referencia. Se observó un declive cognitivo más rápido entre los fumadores actuales en comparación con los no fumadores en los hombres (diferencia media en 10 años de declive en la cognición global = -0,09 [IC del 95%, -0,15 a -0,03] y la función ejecutiva = -0,11 [IC del 95%, -0,17 a -0,05]). Los recientes ex-fumadores tenían un mayor deterioro en la función ejecutiva (-0,08 [IC del 95%, -0,14 a -0,02]), mientras que el declive en ex fumadores a largo plazo fue similar a la de los no fumadores. En los análisis que además tuvieron en cuenta el abandono y la muerte, estas diferencias fueron de 1,2 a 1,5 veces más grande. En las mujeres, el deterioro cognitivo no varía en función de la condición de fumadora.

Conclusiones. En comparación con los no fumadores, los fumadores masculinos de mediana edad experimentaron un declive cognitivo más rápido en el conocimiento global y la función ejecutiva. En los ex fumadores con al menos un cese de 10 años, no hubo efectos adversos sobre el deterioro cognitivo.

Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original: archpsyc.ama-assn.org/